Hace 11 meses a esta hora mi corazón latía con una fuerza impresionante, lleno de vida, de felicidad y de esperanza; ahora, cada día le cuesta más coger una milésima parte de la fuerza de aquel día. Ojalá fuera para mi tan fácil como fue para aquella parte de mi vida que se fue hace 77 días y que en apenas dos semanas ya estaba como si nada. La esperanza ya se fue, solo queda rabia por no poder dejar de sentir esto, por sentirme como una idiota por cada lágrima que cae de mis ojos, por cerrar los ojos y apretar los puños con fuerza para que desaparezca y que siga ahí, igual que antes. La impotencia de saber que no sirve para nada estar así porque ya no va a volver y no poder cambiar nada. Llega un punto en el que no te crees nada de lo que decían sentir, en el que parece que por segunda vez han vuelto a jugar contigo y que como siempre, pierde el que quiere más; que al fin y al cabo, por mucho que hayan prometido eres tú quien al pasar unos meses se sentirá sola, te volverán a dejar tirada con la ilusión hecha pedazos. Creo que las únicas gracias que puedo dar, es por haber hecho que ya no crea en nada y por desear que el que iba a ser el mejor año de mi vida acabe y quemar el calendario. PD: _ _ _ _ _ _ _ _.
