-Día 1: Sentía ese cosquilleo cuando lo veía; estaba segura de dar su vida sabiendo que así él era feliz y harías cualquier cosa por estar a su lado. Antes de nada iba él. Hacerle sentir bien, darle un abrazo cuando lo necesitaba o sacarle una sonrisa cuando su día era gris, era su mayor preocupación. Habría sido capaz de dejarlo todo por estar a su lado, por ver cada amanecer y cada anochecer abrazada a él. Aquel día, quería darle la mayor sorpresa viajando hacia su ciudad, a 931 kilómetros, llenó el depósito y emprendió el viaje.
Mientras salía de aquella gasolinera, escribía aquel sms en el que ponía: No te olvidarás de este día, sabes que siempre me tendrás a tu lado, que intetaré ser tu fortaleza en tu debilidad...
-Día 2: Él lloraba desconsoladamente mientras arrojaba el móvil por aquel puente... Aquel día era negro y ella no estaba para sacarle color.
No hay comentarios:
Publicar un comentario